La reina Isabel II modificó su testamento días antes de morir y dejó fuera a Meghan Markel, esposa de su nieto el príncipe Harry de Sussex.
La decisión de la monarca, quien falleció el jueves a sus 96 años de edad, cumple el deseo de la duquesa de Sussex al renunciar a sus títulos reales y a la financiación pública.
Meghan y Harry anunciaron en enero su decisión de dejar atrás la monarquía, lo que tras la muerte de la reina incluye su herencia.
En ese momento, Isabel II reconoció los desafíos que significaban para la familia y aseguró que siempre serían parte de la familia.
Hay quienes consideran que la decisión de dejar fuera de su testamento a Meghan solo es parte de un proceso real, mientras que otros consideran que es una muestra que la decisión de su nieto de renunciar a la familia real le dolió.
La reina de Inglaterra poseía seis propiedades y una fortuna 88 millones de dólares. Los bienes de la reina son: Castillo de Hillsborough, Sandringham, Balmoral, Holyrood, Windsor y Buckingham.
“Se reveló que hace unas semanas la reina había hecho cambios a su testamento, afectando al príncipe Harry y a Megan Markle”, indicaron medios británicos.
De acuerdo con el medio The International Business Times, la reina deja 300 joyas valoradas en 110 millones dólares que serán repartido entre Kate Middleton e hija Charlotte.