El presidente de Rusia, Vladimir Putin, denunció este martes que Ucrania ha llevado a cabo una provocación a gran escala al disparar a ciudadanos rusos sin discriminación.
La queja de Putin se deriva de la incursión fallida del ejército ucraniano a territorio ruso, exactamente en la provincia rusa de Kursk, y que dejó varios rusos heridos.
"El régimen de Kiev (capital de Ucrania) ha emprendido otra provocación a gran escala, disparando indiscriminadamente con diversos tipos de armas, incluidos cohetes, contra edificios civiles, viviendas residenciales y ambulancias", dijo el mandatario.
Putin se reunió tras confirmarse el intento de incursión ucraniano a territorio fronterizo ruso con altos mandos militares que han asegurado que la situación ha sido controlada.
El líder ruso ordenó de forma inmediata responder a la provocación a gran escala, primero protegiendo al pueblo ruso y posteriormente hacer una operación de ofensiva.
Una vez giradas las instrucciones, el gobernante sostendrá este martes otro encuentro con los jefes de Defensa, Estado Mayor y el Servicio Federal de Seguridad.
El Comité de Investigación de Rusia comunicó que el ataque ucraniano a territorio ruso dejó como resultado decenas de civiles heridos, incluidos niños y personal militar que se encontraban en la zona.
Autoridades locales abrieron una causa penal en contra de Ucrania y sus soldados por actos de terrorismo, asesinato, atentado contra la vida de agentes de fuerzas del orden, porte ilegal de armas y municiones.
El Ministerio de Defensa confirmó la provocación a gran escala por parte de Ucrania e indicó que durante la noche del martes se logró evitar el avance del enemigo.
Rusia ha indicado que Ucrania perdió en su intento fallido de incursión 250 soldados, 50 vehículos blindados, entre estos 7 tanques, 8 vehículos de transporte, 31 vehículos de combate. Fueron destruidos dos lanzadores del sistema de misiles antiaéreos Buk-M1.