Un juez en Londres decidió que el príncipe Harry, hijo menor del rey Carlos III, no fue tratado de manera injusta al perder su seguridad financiada por el estado para sus visitas al Reino Unido después de dejar de ser miembro activo de la familia real y mudarse a Estados Unidos.
El juez Peter Lane del Alto Tribunal determinó que la evaluación individual de la seguridad de Harry no fue ilegal ni irracional. Según el fallo de 52 páginas, el enfoque personalizado utilizado para tomar esta decisión en febrero de 2020 fue legalmente sólido.
Aunque el príncipe Harry había mencionado que él y su familia se sentían en peligro durante sus visitas al Reino Unido debido a la hostilidad en las redes sociales y la atención de los medios, el abogado del gobierno argumentó que recibió un trato justo. Además, se señaló que en ocasiones anteriores, como en junio de 2021, Harry sí recibió protección durante eventos importantes.
El abogado del gobierno también indicó que la decisión de negar la seguridad tuvo en cuenta el impacto de la muerte de la princesa Diana, madre de Harry, así como el posible malestar público en caso de un ataque exitoso contra él.
Este caso se suma a las acciones legales que el príncipe Harry ha emprendido contra el gobierno y los tabloides. Aunque ha tenido éxito en algunos casos, como en la demanda contra el Daily Mirror por acceso ilegal a teléfonos, otros han sido retirados o desestimados por los tribunales.
A pesar de sus esfuerzos por obtener seguridad financiada por el estado en sus visitas al Reino Unido, una solicitud previa de Harry para que la policía de Londres le proporcionara protección fue rechazada por un juez, argumentando que no deben ser utilizados como "guardaespaldas privados de los ricos".
El príncipe Harry ha desafiado las tradiciones de la familia real al llevar sus preocupaciones de privacidad y seguridad a los tribunales, marcando un cambio significativo en el comportamiento de la realeza.