En un avance sin precedentes para la odontología y la medicina regenerativa, el primer ensayo en humanos de un medicamento diseñado para hacer crecer dientes comenzará en septiembre en el Hospital Universitario de Kioto. Este ensayo marca un hito significativo, menos de un año después de que el fármaco demostrara éxito en modelos animales.
El ensayo clínico involucrará a 30 hombres, de entre 30 y 64 años, que han perdido al menos un molar. Estos pacientes recibirán un tratamiento intravenoso del nuevo fármaco, cuyo objetivo es evaluar su eficacia en la regeneración dental humana.
Anteriormente, el fármaco logró desarrollar con éxito nuevos dientes en hurones y ratones sin efectos secundarios significativos, lo que genera expectativas positivas para su aplicación en humanos.
"Queremos hacer algo para ayudar a quienes sufren pérdida o ausencia de dientes", declaró Katsu Takahashi, jefe de odontología y cirugía bucal del Hospital Kitano y principal investigador del estudio.
"Si bien hasta la fecha no ha habido ningún tratamiento que proporcione una cura permanente, creemos que las expectativas de las personas sobre el crecimiento de los dientes son altas".
El ensayo, que se extenderá hasta agosto de 2025, representa la primera fase de pruebas en humanos. Los investigadores ya están planificando la siguiente etapa, que involucrará a niños de entre 2 y 7 años con una deficiencia dental congénita que les ha causado la pérdida de al menos cuatro dientes. Esta condición afecta aproximadamente al 1% de la población.
Posteriormente, el equipo de investigación tiene previsto expandir los ensayos a personas con edentulismo parcial, es decir, aquellas que han perdido de uno a cinco dientes permanentes debido a factores ambientales. En Estados Unidos, se estima que alrededor del 5% de la población sufre de pérdida dental, con una incidencia mayor en adultos mayores.
El fármaco actúa desactivando la proteína del gen 1 asociado a la sensibilización uterina (USAG-1), que inhibe el crecimiento de los dientes. La inhibición de USAG-1 permite la activación de la señalización de la proteína morfogenética ósea (BMP), crucial para la generación de nuevo tejido óseo.
Este proceso resultó en el crecimiento de nuevos dientes en ratones y hurones, que comparten propiedades genéticas similares con los humanos en cuanto a USAG-1.
"La proteína USAG-1 tiene una alta homología de aminoácidos del 97% entre diferentes especies animales, incluidos humanos, ratones y beagles", explicaron los investigadores. A pesar del éxito en estos modelos animales, todavía no se han anunciado ensayos con beagles.
Takahashi, biólogo molecular y dentista, ha estado investigando la regeneración dental desde 2005. Su visión es que este tratamiento no solo beneficie a aquellos con condiciones congénitas, sino a cualquier persona que haya perdido dientes, independientemente de la edad.
Si el ensayo tiene éxito, esta innovadora terapia podría estar disponible para los pacientes en un plazo de seis años, ofreciendo una solución revolucionaria para la pérdida dental.