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La icónica casa de moda Prada anunció este jueves la compra de su rival Versace por 1.375 millones de dólares, incluyendo la deuda de la marca, en una operación que marca un nuevo capítulo en la industria del lujo y consolida la presencia italiana en un mercado dominado por conglomerados franceses como LVMH.
Con esta adquisición, Prada busca ampliar su presencia global tras mantenerse fuerte en medio de una desaceleración general del sector. En contraste, Versace ha registrado pérdidas durante varios trimestres recientes. La fusión representa una estrategia clave para unir dos estilos contrastantes —el minimalismo refinado de Prada y el maximalismo audaz de Versace— y atraer a una gama más amplia de consumidores.
La transacción llega poco después del anuncio de que Donatella Versace dejará su cargo como directora creativa de la marca que fundó su hermano Gianni en 1978. "Queremos continuar con el legado de Versace, celebrando y reinterpretando su estética audaz y atemporal", declaró Patrizio Bertelli, presidente de Prada y esposo de la diseñadora Miuccia Prada.
Bertelli también aseguró que Versace contará con una base sólida respaldada por años de inversión continua y relaciones consolidadas en la industria. Por su parte, Donatella Versace se mostró entusiasta con la nueva etapa que vivirá la firma: “Me honra que la marca esté ahora en manos de una familia italiana de tanta confianza. Estoy lista para apoyar esta nueva era de todas las formas posibles”.
El precio acordado representa un descuento significativo respecto a los 2.150 millones de dólares que Capri Holdings —entonces conocido como Michael Kors— pagó en 2018 al adquirir Versace. Aun así, Capri considera que la venta ayudará a reforzar su balance y a impulsar el crecimiento de sus otras marcas, Michael Kors y Jimmy Choo.
La operación no solo marca una de las adquisiciones más relevantes de los últimos años, sino también un regreso cuidadoso de Prada al mundo de las compras empresariales, tras decisiones pasadas que calificaron como “errores estratégicos”.
Fundada en 1913 como una tienda de productos de cuero en Milán por la familia Prada, y actualmente al mando de otras marcas como Miu Miu y Church’s, la firma italiana refuerza su compromiso con la expansión manteniéndose fiel a sus raíces nacionales.
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