EEUU.- La llamada de una madre al 911 se convirtió en su peor tragedia luego que un policía aplicó una llave de estrangulamiento y mató a su hijo, un veterano de guerra que sufría una crisis mental producto de sus años de servicio.
Angelo Quinto, fue inmovilizado cuando sufrió un episodio de paranoia después que su progenitora llamara a la policía para solicitar ayuda con el objetivo de tranquilizarlo.
El joven, quien era un veterano de la Armada de EEUU, vivía en Antioch, California, y regularmente sufría de ataques por las secuelas de la guerra. Fue por esas crisis que madre de vio obligada a llamar al 911 para calmarlo, pero jamás imaginó que estaba firmando la sentencia de muerte.
‘Los dos agentes tiraron al hombre de 30 años al suelo. Uno de ellos le inmovilizó las piernas y el otro el cuello, presionándolo con su rodilla durante varios minutos’, cita la demanda interpuesta por la familia que exige a las autoridades respuestas por el asesinato.
La acción legal, agrega que cuando el uniformado dejó de presionar, el detenido había sufrido un colapso respiratorio que los obligó a trasladarlo al hospital, donde falleció después.
‘Fue llevado inmediatamente en ambulancia a un hospital, donde murió tres días después’, cita el informe detallado por los parientes del veterano de guerra.
La progenitora lamentó el crimen de su hijo y aseguró que las acciones de los agentes fue desproporcionada. ‘Confié en la Policía porque pensaba que sabían lo que estaban haciendo, pero en realidad él era pasivo y visiblemente no era peligroso o una amenaza, así que era absolutamente innecesario lo que le hicieron’, afirmó la angustiada madre.
Aseguró que su hijo les gritó a los agentes que no lo mataran y a pesar de sus ruegos es oficial continuó con la llave de estrangulamiento. La familia presentó una demanda contra la Policía de Antioch que tiene 45 días para responde a la demanda.
El caso del veterano de guerra remembra la muerte del afroamericano George Floyd, quien murió por las mismas causas.