EEUU.- La historia de un niño de 11 años que fue baleado en el pecho por un policía después de llamar por ayuda al 911 ha generado indignación.
El caso de este pequeño recuerda la muerte de Christian Glass, quien falleció tras ser tiroteado por la policía durante una crisis mental.
Ambas historias se suman a una cantidad considerable de casos que dejan al descubierto abusos policiales en Estados Unido (EEUU) en contra de los ciudadanos.
Sobre el caso del menor de 11 años que recibió el disparo en el pecho, su madre ofreció detalles a la cadena de noticias CNN.
Según el relato, el pequeño llamó a la policía luego que el padre de uno de sus otros hijos llegó a casa furioso. La madre detalla que fue ella que le pidió al menor de 11 años que pidiera ayuda sin imaginar lo que ocurriría.
La mujer asegura que el oficial llegó a la casa con su arma desenfundada y pidió a los que estaban dentro que salieran.
Esta madre sostiene que su hijo siguió todas las instrucciones de los uniformados, pero aún así recibió el disparo en el pecho.
“No puedo entender por qué”, dijo la mujer al recordar el momento que su hijo recibió el disparo. El pequeño cuando despertó en el hospital le preguntó a su madre qué hizo mal para recibir la agresión de la policía.
De acuerdo con la progenitora, su hijo Aderrien sigue preguntando ¿Por qué? El abogado de la familia señala que el pequeño es bendecido por haber sobrevivido, pero que el dolor emocional y mental será difícil de superar.
Además, señaló que el disparo le provocó lesiones en el pulmón, hígado y las costillas.