Autoridades carcelarias en Carolina del Sur se encuentran en una batalla legal que busca legalizar el uso de la silla eléctrica y el pelotón de fusilamiento para las ejecuciones.
Desde que se inició el proceso por la falta de insumos para la inyección letal se ha generado toda una controversia en relación con la violación de los derechos humanos.
Según se detalló, tanto la silla eléctrica como el pelotón de fusilamiento son procedimientos aceptados por la legislación de Carolina del Sur como método para dar cumplimiento a la pena de muerte.
"Las muertes “instantáneas o indoloras” no son obligatorias", citan los solicitantes de los nuevos métodos para ejecutar a los condenados.
Abogados de un grupo de condenados a muerte en Carolina del Sur han agotado todos los procedimientos legales para evitar que sus clientes sean ejecutados por silla eléctrica o por pelotón fusilamiento.
La defensa considera estas dos prácticas como crueles e inusuales, mientras que las autoridades de los 33 centros de reclusión de Carolina del Sur aseguran que en la legislación no se habla del uso de métodos indoloro.
Uno de los argumentos de los representantes de la región es que no se han llevado a cabo ejecuciones en 13 años debido a la expiración de las drogas utilizadas para la inyección letal y la negativa de las empresas a vender más a menos que pudieran ocultar sus identidades al público.
Uno de los factores que se encuentra bajo discusión es que si el pelotón de fusilamiento debería considerarse un castigo inusual prohibido porque no ha sido utilizado en los últimos 50 años.
La preocupación de los defensores de futuros ejecutados es la potencia, pureza y estabilización de las drogas inyectables letales, refiriéndose a las drogas utilizadas para la inyección letal.
Carolina del Sur busca reiniciar las ejecuciones con métodos como la silla eléctrica y el pelotón de fusilamiento en los próximos meses.