Un hombre fue víctima de un extraño síndrome que convirtió su organismo en una fábrica de alcohol, una condición que los hacía sentir embriagado.
El caso se remonta al 2011 y fue dado a conocer en la revista New Scientist, detallando que los síntomas aparecieron al finalizar una terapia con antibióticos.
Según la publicación, el paciente comenzó a quejarse de pérdida de memoria, episodios de depresión, comportamiento agresivo y cambios mentales.
Tras varios meses las pruebas clínicas revelaron un nivel de alcohol en sangre de 200 miligramos por decilitro (mg/dL), un valor equivalente al consumo aproximado de 10 cervezas.
La condición le produjo confución, desorientación, dificultad de hablar y deterioro del equilibrio.
El hombre fue sometido a varios exámenes hasta confirmar que padecía del síndrome de fermentación intestinal.
Con el padecimiento el cuerpo produce cantidades intoxicantes de etanol dentro del sistema digestivo.
Fue sometido a una estricta dieta libre de carbohidratos, pero no se le prescribió ninguna terapia antimicótica.