El presidente de España, Pedro Sánchez, anunció este lunes que no dejará la presidencia del país y que continuará con más fuerza tras las acusaciones de corrupción en contra de su esposa.
La decisión de continuar en el poder se da luego que la Fiscalía solicitará a los tribunales archivar la causa en contra de Begoña Gómez, argumentando que no existen indicios de actos irregulares.
Pedro Sánchez canceló el viernes su agenda pública para reflexionar sobre su futuro político, y anunció que este lunes decidiría si continuaba en la presidencia o si decidía dimitir para evitar que la oposición continuara atacando a su esposa con acusaciones supuestamente falsas.
“He decidido seguir con más fuerza, si cabe, al frente de la presidencia del gobierno de España”, dijo Sánchez desde el Palacio de la Moncloa.
Agradeció a las personas que apoyaron la continuidad de su mandato, desarrollando marchas y concentraciones a favor de su gestión, y pidiéndole que se quedara en la silla presidencial.
“Esta decisión es un punto y aparte, se los garantizo”, enfatizó el político a la vez que aseguró que trabajará sin descanso, con firmeza y con serenidad por la regeneración pendiente de la democracia.
Sobre la carta en la que anunciaba la posibilidad de renunciar a la presidencia, indicó que “la única forma de avanzar es detenerse, reflexionar y decidor con claridad por dónde queremos caminar”.
Al hablar de las investigaciones en contra de su esposa, reiteró que se trata de una persecución política de la derecha y ultraderecha que lo han perseguido durante los últimos diez años.