Francisco saluda a su llegada a la catedral. La cercanía con las pequeñas comunidades cristianas de la zona permanece estos días en como fondo del viaje. / MURTAJA LATEEF EFE.
El papa Francisco llegó este viernes a Irak, la primera visita de un pontífice a la nación islámica a pesar de los desafíos de la pandemia del coronavirus y los problemas de seguridad que atraviesa la nación.
La máxima autoridad de la Iglesia Católica aterrizó en Bagdad, capital de la nación, en horas del mediodía para iniciar sus visitas oficiales a distintas regiones.
El papa Francisco estará en Irak por tres días para viajar a seis ciudades emblemáticas del país islámico, cada evento con un mensaje espiritual y geopolítico.
La primera visita de un pontífice a Irak fue calificada por conocedores como una expedición arriesgada. Esto por la pandemia del coronavirus y otros asuntos de seguridad.
El arribo del líder católico también es considerada como una acto de enorme trascendencia político y espiritual.
Francisco, manifestó que su viaje a la tierra martirizada por años es una obligación que busca unir las minorías cristianas de Irak y abrir paso a encuentros con líderes del islam chií.
“En las últimas décadas, Irak ha sufrido los desastres de las guerras, el flagelo del terrorismo y conflictos sectarios basados a menudo en un fundamentalismo que no puede aceptar la pacífica convivencia de varios grupos étnicos y religiosos, de ideas y culturas diversas. Todo esto ha traído muerte, destrucción, ruinas todavía visibles”, dijo el líder religioso en su primera visita a la nación.
El papa siempre se opuso a la guerra en Irak de 2003 que estuvo ‘plegado de falsas premisas’ de armas nucleares poseídas por Sadam Husein. Como protesta, el representante de la Iglesia Católica llegó a bendecir una carpa en la plaza de Mayo de Buenos Aires, Argentina, pidiendo la paz.
Durante la primera visita de un pontífice a la nación se observaba una extrema seguridad con francotiradores y otros sectores acordonados.
Los eventos oficiales del papa serán a puerta cerrada con excepción de una misa donde estarán congregadas diez mil personas en un estado de Erbil. Todos sus desplazamientos en las ciudades serán a bordo de un coche blindado y cubierto.
