Los expresidentes estadounidenses Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton se ofrecieron como voluntarios para recibir la vacuna contra el coronavirus y aumentar la confianza de los ciudadanos.
La iniciativa de los líderes políticos será pública y televisada para que los estadounidenses que temen por el rápido desarrollo del antídoto recobren confianza en los avances científicos.
El anuncio de los tres exgobernantes como voluntarios para vacunarse se da a pocas horas que el Reino Unido aprobara la vacuna de Pfizer y anunciara la vacunación masiva en Inglaterra.
Se estima que un 40 por ciento de los ciudadanos en EEUU no confía en la eficacia del antídoto por su desarrollo demasiado prematuro y aseguran que no estarían dispuestos a aplicarse el antídoto.
El principal objetivo de los exmandatarios es alentar a ese público indeciso y desconfiado a salir y vacunarse contra el contagio cuando en EEUU se certifique una de las dos dosis que se encuentran en análisis.
Para Obama una de las comunidades con mayor desconfianza es la afroamericana, y a la cual busca atraer al ser uno de los voluntarios para vacunarse públicamente.
En ese sentido, el expresidente indicó que es entendible que la comunidad afroamericana en particular sea cautelosa de recibir el antídoto por los años de explotación a los que fueron objeto.
‘El hecho es que las vacunas son la razón por la que no tenemos enfermedades como la poliomielitis, la viruela y el sarampión, que solían diezmar poblaciones y comunidades enteras”, recordó Obama.
Reiteró que la idea de formar parte de los voluntarios para vacunarse es que sea televisado o grabado ‘solo para que la gente sepa que confío en esta ciencia’.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA con sus siglas en inglés) analiza dos solicitudes de emergencia para la vacuna, una es de Pfizer y otra es de Moderna.