Brian Niccol, quien asumirá el cargo de CEO de Starbucks el próximo mes, no trabajará de forma constante desde la sede principal de la empresa en Seattle. En su lugar, Niccol gestionará la compañía desde su casa en Newport Beach, California, viajando semanalmente a las oficinas centrales gracias a un acuerdo que incluye el uso de un jet corporativo.
Este acuerdo, revelado en la carta de oferta de Niccol, no exige que se traslade permanentemente a Seattle, lo que le permitirá mantener una "pequeña oficina remota" en su hogar. Un portavoz de Starbucks destacó la capacidad de Niccol como líder en la industria, confiando en que impulsará un valor duradero para la compañía y sus accionistas.
Sin embargo, el uso de un jet privado ha generado críticas, especialmente en un momento en que Starbucks busca fortalecer su imagen como una empresa sostenible. Greenpeace calificó el acuerdo como "inaceptable", subrayando las implicaciones ambientales de los vuelos en jets privados, que emiten considerablemente más carbono por pasajero que los vuelos comerciales.
A pesar de estas críticas, se espera que Niccol viaje frecuentemente, supervisando la operación global de 39,000 cafeterías y 450,000 empleados de Starbucks. La compañía, que en 2023 implementó una política de trabajo híbrido para sus empleados corporativos, tiene la expectativa de que Niccol impulse el crecimiento global de la marca, similar a su éxito previo en Chipotle.
Niccol recibirá un salario base de 1.6 millones de dólares, junto con un bono de 10 millones y beneficios adicionales basados en el rendimiento de la empresa. El desafío que enfrenta ahora será equilibrar la expansión global de Starbucks mientras mantiene el compromiso de la compañía con la sostenibilidad.