Nueva York ha establecido un hito sin precedentes al ser el primer estado de la nación en prohibir el uso de estufas de gas natural.
La nueva ley, aprobada como parte del presupuesto estatal de 229,000 millones de dólares, prohibirá la combustión de combustibles fósiles en la mayoría de los edificios nuevos a partir de 2026.
La medida prohíbe la instalación de equipos de combustibles fósiles en edificios nuevos de menos de siete plantas de aquí a 2026 y al 2029 en los más altos, con ciertas excepciones para lugares como hospitales, fábricas y restaurantes, y que los edificios existentes no están sujetos a esta prohibición.
“Todos los que tengan una cocina de gas, que la disfruten. Quédense con su cocina de gas. Pero los edificios nuevos que se construyan podrán usar electricidad y bombas de calor”, indicó la gobernadora Kathy Hochul.
Asimismo, la gobernadora expresó que esta medida es parte del compromiso del estado para cumplir con la Ley de Liderazgo Climático y Protección de la Comunidad (CLCPA) que establecerá un “fondo de acción climática” que canalizará los ingresos generados por estas normativas, hacia diversos proyectos relacionados con el cambio climático.
El portavoz de la Asamblea estatal, declaró en un comunicado que: "Cambiar la forma en que producimos y utilizamos la energía para reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles contribuirá a garantizar un medio ambiente más sano para nosotros y nuestros hijos”.
Sin embargo, de acuerdo con la Administración de Información Energética de Estados Unidos, 3 de cada 5 hogares del estado de Nueva York dependen del gas natural para la calefacción.
Por lo que, los oponentes de la ley han señalado que limita la libertad de elección de los consumidores y aumentará los costos de los servicios públicos, debido a que la electricidad es más costosa que el gas natural en gran parte de Nueva York.