El presidente reelecto de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció un plan fascista y criminal orquestado por la oposición para desestabilizar el país.
Las declaraciones del líder socialista se dan en respuesta a las masivas protestas protagonizadas por miles de ciudadanos que han salido a las calles, asegurando que los resultados del Consejo Nacional Electoral del país son fraudulentos.
El gobierno de Maduro había denunciado antes del proceso electoral un plan de la oposición para no aceptar los resultados de las elecciones, fraguando desde antes el plan "fascista y criminal".
De acuerdo con el mandatario venezolano, el gobierno de Estados Unidos está detrás de las acciones de protesta en contra de su triunfo contundente en las urnas.
Las masivas manifestaciones de la oposición en distintas ciudades del país comenzaron a arreciarse el lunes por la tarde, cuando los líderes opositores, María Corina Machado y Edmundo González, aseguraron que tenían pruebas del supuesto fraude electoral.
Hasta las 7:30 de la mañana del martes, se había informado que son 46 personas que han sido detenidas; de las cuales el gobierno asegura que la mayoría tienen antecedentes penales.
El presidente Maduro, al denunciar el plan fascista y criminal, indicó que la violencia de las manifestaciones quedó registrada en videos, confirmando que solo buscan provocar caos.
"En varios lugares del país intentaron derribar estatuas en homenaje al comandante presidente Hugo Rafael Chávez Frías... Un grupo de ellos recibió órdenes de filmar el derrocamiento de la icónica estatua en la plaza Bolívar-Chávez de La Guaira", dijo el presidente reelecto.
Este martes, la oposición ha convocado a protestas a nivel nacional, argumentando que se debe defender la democracia y el voto popular emitido el pasado domingo.
Los opositores aseguran que ganaron las elecciones masivamente y que lucharán por el triunfo electoral.