Foto: Prabin Ranabhat
Según la leyenda, el príncipe Yudhisthira ascendió al cielo junto a su perro. A pesar de la petición del dios Indra de dejar al perro afuera, el príncipe se negó, argumentando que el perro siempre había estado a su lado en momentos difíciles y sería una traición abandonarlo. Este razonamiento convenció a Indra, quien permitió que ambos entraran y hasta hizo al perro un Dios. Este festival celebra la lealtad de los animales, considerándolos guardianes y comunicadores de otro mundo, representando el camino hacia la justicia y la protección hacia la vida eterna. Es una celebración que destaca la unión entre perros y humanos, priorizando el bienestar de los seres vivos. Además de adornar a los perros con guirnaldas de flores, se les coloca una marca distintiva en la frente con una mezcla de polvo rojo llamado abrir, yogurt o arroz.
Durante este festival de cinco días en Nepal, el segundo día se dedica especialmente a los perros, considerados mensajeros de Yama, el dios de la muerte en la religión hindú.
El propósito fundamental es promover el respeto mutuo y una conciencia animal para proteger y ayudar a los animales. Se insta a denunciar el maltrato animal, ya que todos merecen una vida digna. Este festival celebra la vida y la relación entre humanos y perros para construir un mundo mejor. Más allá de la tradición y el misticismo, esta celebración en Nepal puede servir como inspiración para aquellos que han decidido compartir su vida con un perro.
Los perros siempre serán considerados los mejores amigos del hombre. Una cita dice: "Estoy seguro de que el cielo debe ser un lugar feliz y lleno de perros", una hermosa reflexión que resalta su importancia.
