Una mujer ha compartido recientemente una historia fascinante en el boletín The Ethicist del New York Times, la cual ha generado un apasionante debate en las plataformas digitales.
En el reconocido segmento del periódico, la mujer ha narrado la difícil situación que enfrenta cuando ella y su familia emprenden un viaje y abordan un vuelo hacia cualquier destino. De acuerdo con el Daily Mail, al subir al avión, su esposo viaja en primera clase, mientras que ella y sus hijos se acomodan en la clase económica.
La carta escrita por la mujer expresa que su esposo siempre paga o recibe un ascenso a la cabina de primera clase, lo cual resulta en una separación dentro del avión, donde él disfruta de los privilegios mientras ella y su familia viajan juntas en otro nivel.
En su relato, la mujer cuenta que durante un vuelo nocturno a París, su esposo justificó su propia mejora en el vuelo argumentando que sus hijos de 12 y 16 años"podrían sentirse solos" si ella viajara en primera clase con él y los dejara atrás.
De acuerdo con la carta de la mujer, durante una discusión con su pareja, este seguía sosteniendo que a los niños no les importaría si se sientan en clase económica mientras los padres vuelan juntos en primera clase, pero expresaba dudas acerca de si eso sería injusto para ellos.
En su conclusión de la carta, la mujer expone que la propuesta de su esposo para resolver el problema es tomar vuelos separados, lo cual evita que ella se sienta mal por la disparidad que describe como "el egoísmo inherente a su forma de pensar", según lo reportado por el Daily Mail.
"¿Me equivoco? Estamos contentos de viajar y disfrutamos ir a lugares juntos, pero aún así resulta muy peculiar", expresó la mujer en la carta enviada al filósofo Kwame Anthony Appiah, conocido por responder a las inquietudes de sus seguidores y brindar consejos para resolver problemas.
Fue Kwame quien respondió a la preocupación de la mujer acerca del comportamiento de su esposo, afirmando que "en un matrimonio moderno, se espera que ambos cónyuges sean iguales, tratándose mutuamente con respeto, consideración y dignidad".
Kwame también añadió que en un matrimonio, ambas partes deben tener voz en las decisiones importantes, considerando la comodidad y las preferencias del otro. Sin embargo, el esposo parece tener una "opinión diferente" y cree que, como es él quien compra los boletos en la familia, sus propias preferencias tienen prioridad.
En última instancia, sugirió que una posible solución sería "crear una mayor equidad" al alternar los adultos que viajan en la parte delantera del avión.
Los comentarios de los usuarios en las redes sociales no se hicieron esperar: "Esto es motivo para un divorcio inmediato". "Pensé que iba a ser malo cuando lo leí... es mucho peor de lo que imaginaba". "Los asistentes de vuelo presencian esto todos los días y lo consideran reprobable". "Si no pueden pagar boletos de primera clase para ambos, deberían viajar en autobús". "¿Qué pasaría si los padres se turnaran durante el vuelo para que uno de ellos siempre esté con los niños?" Estos son algunos de los mensajes expresados por los usuarios en Twitter.