Rose Girone, la superviviente más longeva del Holocausto, falleció a sus 113 años de edad, cerrando un ciclo de lucha para que el mundo se enterara del sufrimiento de miles de judíos a manos de los nazis.
La muerte de Girone ha recordado la trágica época de Adolfo Hittler, quien persiguió a los judíos por considerarlos una raza inferior que había asesinado a Jesús, el hijo de Dios.
La anciana murió el pasado lunes, pero la prensa fue notificada hasta el jueves por la noche, cuando su hija, Reha Bennicasa confirmó su muerte.
Rose Girone era considerada la persona viva más longeva de entre las personas que lograron a sobrevivir al Holocausto, tras huir del asedio alemán.
Durante su vida, la judía se dedicó a relatar y dar a conocer al mundo el sufrimiento de miles de personas que fueron sometidos a vejámenes por parte del líder alemán.
La mujer, que vivió 113 años, y que se lleva con ella cientos de recuerdos de un triste pasado, nació en 1912 en Janow, un poblado polaco que hoy es parte de Rusia.
Rose Girone recuerda que cuando todo empezó estaba embarazada, razón por la cual un soldado se apiadó de ella y solo detuvo a su esposa, un judío alemán que fue llevado a un campo de concentración.
"Poco después de dar a luz, logró la liberación de su esposa y huyeron a China", relató la mujer años atrás, al recordar su proceso durante el Holocausto.
A pesar de huir, no pudo encontrar paz, ya que la ciudad donde huyó fue tomada por los japoneses, donde tuvo que pasar un proceso de guerra.
Rose Girone emigró a Estados Unidos, donde se estableció en Nueva York. "Nada es tan malo que no puedas extraer de ahí también algo bueno".