Miles de marroquíes huyeron de su país en busca de una vida mejor en Ceuta, ciudad española que ha catalogado la crisis migratoria como una invasión sin precedentes.
Desde el lunes más de ocho mil ciudadanos llegaron a la frontera de Ceuta, entrando irregularmente y provocando zozobra entre sus habitantes.
Hasta el momento autoridades han asegurado que unos cuatro miel marroquíes decidieron regresar a su nación de forma voluntaria.
La imagen ícono de la crisis migratoria en Ceuta es la de un bebé siendo rescatado por un socorrista, la cual circuló en las redes sociales.
Videos de la llegada y salida de los ciudadanos han sido publicados, generando mayor incertidumbre. Una de la filmaciones revela cómo militares de Marruecos dejan a los inmigrantes huir hacia la ciudad española.
‘Entre lunes y martes, más de 8,000 inmigrantes han entrado en Ceuta ilegalmente y España desplegó al Ejército en la frontera con Marruecos para intentar frenar la avalancha humana’, dijo uno de los funcionarios locales.
Al respecto, el gobierno español ha catalogado el hecho como un asalto a la frontera europea y ha proporcionado a Marruecos más de 30 millones de euros.
Recuento de datos locales han destacado que la mayoría de los inmigrantes que buscan instalarse en Ceuta son menores de edad que han salido de distintas regiones de su nación.
Según los inmigrantes, en Marruecos no hay oportunidades laborales y la situación de pone cada vez más difícil, mientras que otras versiones instan a que autoridades estatales estarían detrás de la fuga masiva de personas.
La última versión se deriva de la decisión de espala de acoger a líder polisario, Brahim Ghali, para tratar su enfermedad por la Covid-19.
Ghali, de 71 años, es una figura histórica de la lucha por la autodeterminación del pueblo saharaui, y quien sería el principal responsable de la ‘invasión’ de ciudadanos a Ceuta.