La fuerte ola de calor que azota Europa ha llevado a cientos de británicos en Bournemouth acudir masivamente a las playas el jueves, lo que ha preocupado a las autoridades que se vieron obligados a dispersarlos debido a la pandemia de coronavirus.
El jueves fue el día más caluroso del año en Reino Unido, donde se las temperaturas alcanzaron los 33,3 grados centígrados. Y a pesar de que las autoridades habían establecido la consigna de mantener la distancia para evitar la propagación del nuevo coronavirus, Covid-19 cientos de personas abarrotaron las playas y el ayuntamiento de Bournemouth, ciudad costera al sur de Inglaterra.
Las playas al sur de Inglaterra se ha producido apenas tres días después de que el primer ministro inglés, Boris Johnson anunciara “el fin de la hibernación nacional”.
Las autoridades en Bournemouth calificaron la conglomeración de personas como un “incidente grave”, lo que obligó a los policías a y servicios de rescate a desalojar a todas personas. Por su parte el ayuntamiento lamentó la actitud “irresponsable” y “chocante” de los bañistas.
Las autoridades locales emitieron más de 500 multas por estacionamiento ilegal y se enfrentaron a infracciones de la prohibición de acampar y a abusos verbales por parte del público. El jueves por la mañana se recogieron en las costas de la localidad más de 33 toneladas de basura.
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Vikki Slade, indicó que, “la conducta irresponsable de mucha gente está poniendo al límite nuestros servicios, hasta el punto en que era imposible garantizar la seguridad. No hemos tenido más remedio de declarar una situación de emergencia”.
El incidente en Bournemouth ocurrió horas después de que se registraran enfrentamientos en los que resultaron heridos 22 policías al intentar disolver una fiesta ilegal, en las calles de Brixton al sur de la capital inglesa, Londres.