Miles de australianos salieron este viernes a las calles para exigir el fin inmediato de la monarquía británica.
Medios locales han destacado que la jornada de protestas se coordinó en diversas ciudades de la nación y coincidió con el Día del Luto Nacional.
Los organizadores de la marcha acusaron a la Corona británica de derramar sangre y están hartos de eso.
“La corona tiene sangre en sus manos. Nuestro pueblo sigue muriendo en este país cada día. La bota de la Corona está en nuestro cuello y estamos hartos de ello”, dijo la senadora del Partido Verde, Lidia Thorpe, ante miles de australianos.
Agregó que con la exigencia de dar fin a la monarquía se terminarían también sus efectos continuos.
“Mientras ellos lloran a la reina nosotros lloramos todo lo que su régimen nos robó: Nuestros hijos, nuestra tierra, las vidas de nuestros seres queridos, nuestros lugares sagrados, nuestras historias”, cita un mensaje publicado en nombre de los miles de australianos que piden la desaparición de la Corona.
Las masivas protestas coinciden con el Día de Luto Nacional decretado por la Parlamento australiano.
El gobierno reconoció que la muerte de la reina Isabel II generó distintas reacciones en el pueblo, razón por la cual busca realizar un referéndum para devolver a los aborígenes australianos sus derechos.