El gobierno de México detuvo las operaciones de rescate de los mineros atrapados en Coahuila e ideó un plan que consiste en trabajos que podrían tardar de seis a once meses.
La noticia fue confirmada por el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en un acto público desarrollado en Nuevo León.
“Ya hay un consenso, las diez familias están de acuerdo en que se lleve a cabo este trabajo, y no aceptaban por el tiempo, porque nos va llevar más tiempo el rescate”, dijo AMLO sobre los trabajos para sacar los cadáveres de los mineros atrapados.
El lamentable suceso se registró el pasado 3 de agosto, y a pesar de las largas jornadas de rescate no se pudo llegar a donde estaban los trabajadores.
Los familiares habían expresado su inconformidad ante la decisión del gobierno de no apresurar el rescate y declararlos muertos.
El lamentable incidente ocurrió cuando los obreros habrían un orificio en la mina El Pinabete, provocando que el agua acumulada se desbordara hacia el lugar donde ellos estaban.
La gestión de AMLO ha sido contundente al señalar que los mineros atrapados difícilmente estén con vida y ha sido claro al indicar que trabajaran en sacar los cuerpos.
Protección Civil evaluó tres opciones para el rescate: abrir un túnel con rampas de acceso inclinado para alcanzar las galerías de la mina, el bombeo de agua y que buzos militares intentaran descender a través de los pozos por donde suelen acceder los obreros.
Los planes se han detenido porque el nivel de agua en la zona aumentó más de 30 metros y se ha mantenido.