Foto: José Pazos
La Cámara Alta de México ha aprobado, la Ley Olimpia, la cual será usada para tipificar los delitos relacionados con el acoso digital, y que particularmente castigará hasta con seis años de cárcel la difusión de imágenes íntimas sin el consentimiento de la persona.
Tras obtener 87 votos a favor, el Senado aprobó la ley con algunas modificaciones. La ley volverá al Congreso donde será extendida a nivel federal.
Dicha ley ya había sido aprobada en la mayoría de los estados mexicanos con diferentes sanciones.
En el texto votado por el Senado mexicano, la violencia digital se califica como, “toda acción dolosa realizada mediante el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, por la que se exponga, distribuya, difunda, exhiba, transmite, comercialice, oferte, intercambio o compara” imágenes, audios o videos de contenido íntimo sexual de una persona “sin su consentimiento, sin su aprobación o sin su autorización”.
La Ley Olimpia, nombrada de esa manera, en honor a la activista del estado de Puebla, que fue quien inició la lucha en todo el país, castiga también la violencia mediática. Es decir, “todo acto a través de cualquier medio de comunicación, que de manera directa o indirecta promueva estereotipos sexistas, haga apología de la violencia contra las mujeres y las niñas”, o que permita o produzca un discurso de odio sexista.
Asimismo, las sanciones podrían aumentar hasta en la mitad si el delito de difución de imágenes íntimas es cometido por el cónyuge, pareja o por cualquier persona con la que la víctima haya tenido o tenga una relación sentimental, de confianza o afectiva, o por un servidor público en ejercicio de sus funciones.
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La lucha por esta ley comenzó en 2014 en el estado de Puebla, donde la activista por los derechos de las mujeres, Olimpia Coral Melo fue víctima de violencia digital cuando en las redes sociales comenzó a circular un video en donde ella practicaba sexo con su novio cuando tenía 18 años.
Olimpia celebró, la votación del Senado y agradeció la aprobación de la ley, sin embargo recordó que “el trabajo y la rabia de todas las mujeres que nos ha arrebatado el machismo, el sistema”.
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“Para nosotras no hay límites”, dijo la activista. “Hasta que la dignidad sea costumbre”, agregó.
