La historia de Miah Cerrillo, una de las menores sobrevivientes del tiroteo en Uvalde, es desgarradora, la pequeña relató que tuvo que similar su muerte manchándose con la sangre de su amiga.
Cerrillo, contó su traumática experiencia a la cadena de noticias CNN, convirtiéndose en un símbolo de lo ocurrido la tarde del martes cuando un joven de 18 años mató a 21 personas, entre ellos 19 menores de edad de 8 a 10 años.
Según la información proporcionada por la menor a CNN, al momento del ataque la clase estaba viendo una película clásica. En un cerrar de ojos, Salvador Ramos entró al aula de clases e hizo retroceder a la profesora.
“Hizo contacto visual con la maestra, de nuevo, la miró directamente a los ojos y le dijo: Buenas noches y luego le disparó y la mató”, dijo la niña de 11 años de edad que tuvo que simular su muerte manchándose con la sangre de su compañerita.
Después de matar a la docente, el joven disparó a quemarropa a los menores que gritaban aterrados e intentaban huir del agresor. Algunos de los fragmentos de las balas impactaron en la espalda, hombros y parte posterior de su cabeza, aprovechando para lanzarse al suelo y simular su muerte.
La pequeña, quien se encuentra en tratamiento psicológico para superar su trauma, logró tomar un teléfono móvil de su profesora y llamar al 911 para pedir ayuda, comenzó a llorar diciendo que no entendía por qué la policía no llegaba rápido a salvarlos.
El caso de la menor que tuvo que simular su muerte manchándose con la sangre su compañerita se suma el de otro menor que también se hizo el muerto para que no le disparará. “Me hice el muerto para que no me disparara”, dijo Samuel Salinas de 10 años de edad en una entrevista publicada en la ABC News.