Convivir con el trastorno de dismorfia corporal ha sido un desafío constante en la vida de Megan Fox, la reconocida actriz de Hollywood.
A pesar de haber sido considerada la mujer más sexy del mundo y de cautivar a millones de personas con su atractivo físico, Megan reveló en una entrevista con Sports Illustrated que nunca se ha sentido bella.
“Tengo dismorfia corporal. Nunca me veo como me ven los demás. Nunca hubo un momento en mi vida en el que amará mi cuerpo, nunca jamás”, aseguró la actriz en la entrevista.
La dismorfia corporal, un trastorno que distorsiona la percepción de la propia imagen, ha llevado a Megan a luchar contra su cuerpo durante gran parte de su vida.
En sus propias palabras, Megan describe esta condición como un "viaje sin fin a amarse a sí misma". Sus inseguridades se han visto reflejadas en las múltiples cirugías estéticas a las que se ha sometido a lo largo de los años, invirtiendo alrededor de 60 mil dólares en su búsqueda de perfección física.
Sin embargo, no es la primera vez que Fox confiesa que tiene dismorfia, en una entrevista con GQ en 2021, habló sobre esta condición: “Podemos mirar a alguien y pensar que esa persona es tan guapa. Su vida debe de ser muy fácil. Lo más probable es que esa persona no se sienta así consigo misma”.
Desde que comenzó su relación con Machine Gun Kelly, Megan ha encontrado apoyo y confianza en sí misma. Su pareja ha sido un factor positivo en su proceso de recuperación y ha ayudado a reavivar su presencia en la industria del cine.
Aunque durante algunos años su carrera estuvo opacada por malas críticas y reacciones negativas, Megan ha encontrado el coraje para enfrentar los obstáculos y perseverar en su pasión por la actuación.
De esta manera, a pesar de los desafíos que ha enfrentado debido a su trastorno de dismorfia corporal, Megan Fox ha demostrado valentía y resiliencia al compartir su experiencia y alzar la voz sobre los estándares de belleza irrealistas en la industria.