Los padres de un joven médico japonés denunciaron que su hijo se suicidó luego de trabajar 200 horas extras en un mes.
Familiares del joven han emprendido una lucha para evitar que otros profesionales sean víctimas de las presiones laborales.
Junko Takashima, madre del médico que se suicidó por trabajar 200 horas extras en un mes, exigió un cambio de la cultura de exceso de trabajo en la nación.
El lamentable suceso se registró en el mes de mayo, cuando el joven, después de una extensa hora de trabajo, se quitó la vida en una de las salas del hospital.
Los padres aseguran que su hijo, en los últimos tres meses, no había tenido ni un día libre y que su muerte era producto de esas presiones laborales.
El hospital negó las acusaciones, pero investigaciones revelaron que la causa de la muerte de Shingo se derivaba de trabajar 200 horas extras al mes.
Tras la muerte del joven médico, el Ministerio de Salud, Trabajo y Bienestar detalló que se han registrado varias denuncias de empleados que están laborando horas extenuantes.
La madre reveló que su hijo se quejaba constantemente, que ser médico era bastante duro. “Nadie me cuida, me repetía. Creo que el entorno le puso al límite”.