Decenas de personas se congregaron en la capital de Corea del Sur, Seúl, para exigir la dimisión del presidente Yoon Suk Yeol luego de un intento fallido de declarar la ley marcial.
La intención del gobernante fue detenida por el Congreso del país, liderada por la oposición, y que sin dudarlo se reunió para dejar sin efecto la declaratoria.
Inmediatamente, la crisis política se intensificó, provocando que los surcoreanos salieran a las calles a exigir la dimisión del presidente, acusado de buscar protegerse ante los señalamientos de actos de corrupción en contra de su esposa y altos funcionarios.
La acción de protesta la comenzó un grupo sindical que inició una huelga indefinida hasta lograr que Yoon Suk Yeol renuncie al poder.
Medios locales han destacado que a las masivas protestas están sumándose niños, jóvenes y adultos que cuestionan la decisión del gobernante de invocar la ley marcial para evitar que el Congreso del país continuara con las presiones para indagar supuestos actos de corrupción.
“Puede que no sea mayor ni tenga muchos conocimientos, pero como el país está en estado de emergencia, quiero contribuir, aunque sea con un pequeño esfuerzo”, dijo un joven de 15 años que no dudó en salir a las calles para pedir la dimisión del presidente.
El jovencito aseguró que el gobierno de Yoon no ha aportado mucho al país por la mala gestión en temas trascendentales para el avance del país.