El aumento del terrorismo a nivel mundial en 2023 es una tendencia preocupante, según el último informe del Instituto para la Economía y la Paz (IEP).
Aunque el número de ataques terroristas disminuyó en un 22%, hasta 3,350, las muertes causadas por el terrorismo aumentaron en un 22%, alcanzando un total de 8,352 personas fallecidas, el nivel más alto desde 2017.
A pesar de la disminución de incidentes en algunas regiones, como Oriente Medio, el norte de África, Europa y América del Norte, el terrorismo sigue siendo una amenaza global.
El Sahel ha emergido como el nuevo epicentro del terrorismo, superando a Oriente Medio. Organizaciones como el Estado Islámico y Jamaat Nusrat al Islam wal Muslimeen (JNIM) son las más activas en esta región.
El informe también destaca un aumento del 56% en el promedio de muertes por ataque, lo que indica un impacto más letal de los actos terroristas. Aunque se registró una disminución del 55% en los incidentes terroristas en democracias occidentales, el impacto psicológico y social del terrorismo sigue siendo perturbador.
Es crucial abordar las tensiones políticas y resolver los conflictos existentes para prevenir un aumento en el terrorismo. Aunque el terrorismo no es la forma más mortífera de violencia en el mundo, su impacto es particularmente preocupante y requiere una acción global coordinada para combatirlo efectivamente.