El gobierno de Marruecos ha sido fuertemente criticado tras la muerte de 27 migrantes sudaneses durante el asalto masivo por intentar llegar al otro lado de la frontera.
La avalancha humana que provocó la tragedia se registró el pasado viernes cuando los migrantes se enfrentaron con las fuerzas de seguridad de Marruecos.
La Asociación Marroquí de Derechos Humanos denunció que a dos días de reportarse la tragedia el Estado ha procedido a enterrar los cadáveres de los 27 migrantes sudaneses sin haber practicado una autopsia ni identificado a quienes fallecieron durante el asalto a la valla.
El domingo, una decena de trabajadores cavaban las tumbas clandestinas en el cementerio de Nador, mientras que activistas exigían respuestas.
“Solo nos quedan dos hoyos por cavar”, dijo uno de los empleados municipales que trabajaba en el entierro de los extranjeros.
El gobierno de Marruecos informó el sábado que las víctimas ascendías a 23, pero los obreros tenían órdenes de cavar 27 fosas, confirmando la muerte de 27 migrantes sudaneses.
“Sin investigación, sin autopsia, sin identificación, las autoridades buscan ocultar el desastre”, apunta un comunicado de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos.
Además, aseguran que el problema inició cuando la policía delimitó una zona muy estrecha para identificar a los emigrantes sin tener medidas de socorro y bajo altas temperaturas.
CÓMO INICIO EL HECHO
Según el informe policial, un grupo de 1,500 migrantes sudaneses irrumpió en el Barrio Chino con palos y mochilas llenas de piedras. Los uniformados respondieron con granadas de humo, pelotas de goma y pedradas; dejando acorralados a los extranjeros en la valla.
“Queremos denunciar la violencia empleada por las fuerzas marroquíes contra los migrantes”, dijeron defensores de los migrantes sudaneses.