Imagen de archivo, ilustrativa y cotesía.
Un contundente rechazo a la prohibición de carne de perro ha tenido en gobierno de Corea del Sur por parte de criaderos, vendedores y ciudadanos.
Muchos argumentan que se trata de una tradición de siglos que no puede ser abolida por simple decisión y petición de los derechos de los animales.
El gobierno argumenta que las nuevas generaciones han dejado de consumirla y que llegó el momento de impulsar el respeto a los animales.
Por su parte, los criaderos de perros y vendedores, que han vivido de la carne de perro, han alzado su voz indicando que se trata de una prohibición que afecta la cultura de Corea del Sur.
Los protestantes, con pancartas y disfraces, llegaron a los bajos de la Asamblea Nacional en Seúl y a otras concurridas calles, para expresar su inconformidad.
La idea de prohibir la carne de perro comenzó en el 2021, cuando se creó un consenso social para poner fin a la venta.
“Los criaderos y vendedores piden al gobierno planes concretos de compensación o que se les permita mantener sus negocios durante 15 a 20 años más, hasta que las personas que la consumen mueran”, se indicó.
Los protestantes se quejaron también porque los activistas aseguraron que las autoridades prometieron terminar con la venta de carne de perro para el 2027.
