Perú.- La vocación por su profesión en tiempos de pandemia hizo que el estado de salud del docente Jesús Izaguirre se complicara hasta causarle la muerte sumado a su negativa de dejar de impartir clases por cumplir con su amada pasión.
El docente, a pesar de necesitar de oxígeno para respirar no dejó de enseñar a sus estudiantes, obligado por el desinterés del docente sustituto que no cumplió con sus obligaciones académicas.
La historia del maestro se viralizó cuando sus hijas contaron la situación que sufrieron al ver a su padre desgastarse por amor a su profesión.
Según las hijas, el docente de 71 años sufrió una recaída de salud por sus complicaciones en el corazón, razón por la cual tuvo que permanecer interno y dejar de impartir clases por unos días.
Una vez que recuperó su salud volvió a casa pero tenía que estar en reposo y bajo el soporte de un oxígeno para garantizar su recuperación.
Al enterarse que el docente sustituto asignado no cumplía con la entrega de notas y otros trabajos tomó la determinación de volver al sus labores, impartir clases, revisar exámenes; exponiéndose a la muerte.
Con su tanque de oxígeno cumplía con su jornada académica de seis clases diarias, lo que le deterioraba su salud y le hacía necesitar cada vez más oxígeno.
‘Le dijimos: papá ya detente, y nos dijo que no. No, yo quiero continuar. Y continuó’, reveló una de sus hijas. El docente logró llegar hasta el final, impartir las clases, aplicar el examen final y revisó notas.
Dos días después falleció en un centro asistencial por complicaciones que le provocó el contagio. ‘Llegó a concluirlas, tomó el examen final y desde ahí recién se sintió mal. De necesitar 4 litros de oxígeno, de pronto pasó a 9 litros y tuvimos que llevarlo al hospital’.
Los médicos le diagnosticaron fibrosos y derrame pleural que le provocaron la muerte. No es el primer docente que fallece cumpliendo su obligación de enseñar y de impartir clases en su lecho de enfermo.
Hace unos meses, se viralizó la imagen de un docente con una computadora en una sala de emergencia, conmocionado a la opinión pública.