Foto: imagen ilustrativa
Una maestra envenenó a 25 niños de un kínder en Jiaozou, China, uno de ellos murió, y ahora la mujer ha sido condenada a pena de muerte.
El año pasado la maestra Wang Yun, fue arrestada luego de que 25 alumnos de un kínder fueran trasladados de urgencia al hospital justo después de comer su papilla matutina.
En el falló emitido por el Tribunal Popular Intermedio de Jiaozou, en la provincia de Henan, se describió que los motivos de la asesina fueron “despreciables” y “crueles”, por lo que se decidió dictarle la pena máxima.
El motivo por el que la maestra envenenó a los niños fue por que había peleado con otro profesor del kínder sobre cuál era la mejor manera de manejar a los estudiantes. La mañana del 27 de marzo de 2019, Wang Yun, agregó nitrito de sodio, el cual consiguió por internet, en la papilla de los estudiantes que estaban a cargo del otro maestro.
Instantáneamente, 23 niños comenzaron a vomitar y desmayarse después de desayunar y fueron llevados al hospital donde uno murió el pasado mes de enero tras pasar durante 10 meses hospitalizado por a causa del envenenamiento.
El tribunal señaló que las consecuencias de sus crímenes fueron extremadamente graves, y "ella merece ser severamente castigada".
Donald Trump a favor de la pena de muerte para los narcotraficantes
De acuerdo con la autoridad china, no es la primera vez que Wang había envenenado a personas y recordó un incidente anterior en el que compró nitrito en línea y envenenó a su esposo, a quien le dejó leves lesiones.
La pena de muerte se ejecuta en China mediante inyección letal o mediante pelotón de fusilamiento.
En medio del fallo de la corte, surgen otras acusaciones de maltrato a niños en otro kínder en el norte de China. Ocho padres de familia afirmaron haber encontrado marcos raras como de agujas en las cabezas y cuerpos de sus hijos.
De acuerdo al medio chino Xinhua, cuando se les preguntó a los niños sobre los agujeros y marcas en sus cabezas y cuerpos, ellos contestaron que su maestra les había clavado “palillos de dientes” y agujas rojas” por su mal comportamiento. Y además les había ordenado quedarse callados y que no le contaran a sus padres.
