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Una reciente investigación de la Universidad Estatal de Colorado, revela que los elefantes podrían mantenerse en contacto con otros semejantes mediante la asignación de nombres individuales.
El estudio, publicado en la revista BioRxiv, desvela cómo los elefantes africanos de sabana se comunican, utilizando "nombres" para identificarse en dos regiones específicas de Kenia, en el ecosistema de Samburu, al norte, y el Parque Nacional de Amboseli, al sur.
Según los investigadores, los "nombres" de los elefantes no son combinaciones de letras, sino más bien sonidos profundos y retumbantes.
“Estas vocalizaciones específicas funcionan como etiquetas vocales, permitiendo que los elefantes se reconozcan mutuamente, y lo que es aún más fascinante, los destinatarios responden de manera distintiva”, apunta el estudio.
La investigación, que recopiló datos de 625 llamados de elefantes, reveló que estas interacciones eran más frecuentes dentro de los grupos familiares, con 597 de ellas ocurriendo en este contexto.
Utilizando modelos informáticos avanzados, los investigadores identificaron 114 "iniciadores" únicos y 119 "receptores" únicos, proporcionando una base para la idea de la identificación individual a través de estos llamados, es decir, el "nombre" del elefante.
Sin embargo, cuando reprodujeron algunos de estos sonidos a elefantes salvajes, los resultados fueron reveladores. Los individuos se movieron más rápidamente hacia el sonido asociado con su propio "nombre" y vocalizaron más rápido en respuesta, según informó Science Alert.
Caitlin O'Connell-Rodwell, bióloga de elefantes de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard, destacó la emoción de la inteligencia artificial en este contexto, proporcionando una ventana para entender mejor la atención de estos gigantes.
De esta manera, los científicos afirman que estas vocalizaciones encapsulan una poderosa gama de mensajes, desde indicadores de edad y sexo hasta expresiones del estado emocional.
Aunque la investigación aún no ha pasado por la revisión de expertos, de confirmarse, los elefantes se destacarían como el único animal no humano conocido por comunicarse mediante nombres únicos, lo que podría redefinir nuestra comprensión de la evolución del lenguaje en el reino animal.
