Laurel Hubbard, se convertirá en la primera mujer transgénero en competir en la categoría femenina en los Juego Olímpicos de Tokio 2020, decisión que ha generado polémica.
La atleta de Nueva Zelanda participará con otras mujeres en la categoría peso súper pesado de 87 kg.
El nuevo requisito que permite a Laurel Hubbard competir en las olimpiadas es uno de los cambios promovidos por la pandemia del coronavirus. Asimismo, está relacionado con la igualdad de género, agenda que se ha fortalecido en los últimos años.
Se informó que en el 2015, la deportista intentó competir pero por sus altos niveles de testosterona se le impidió formar parte de las competencias en la categoría femenina y porque no cumplía el requisito de seis competencias anteriores.
La decisión de permitir que la atleta participe fue motivada por las acciones promovidas por el Comité Olímpico de Nueva Zelanda, ente que inscribió a la mujer trans en las olimpiadas.
El anuncio de la participación de Laurel Hubbard generó inconformidad, como ha ocurrido en otras ocasiones. Incluso personalidades como Caitlyn Jenner han sido catalogadas de traidoras por no apoyar las competencias deportivas entre mujeres trans y biológicas.
Existen algunos científicos que aseguran que los niveles de testosterona no reducen la fuerza biológica, lo que significaría que las competidores estarían en una desventaja.
No solo en caso de Laurel Hubbard ha generado polémica a nivel mundial, en algunas competencias deportivas se ha determinado no permitir la competencia entre mujeres trans y biológicas.