La tasa de pobreza en Argentina llegó al 52.9% en los primeros seis meses del gobierno de Javier Milei, según informó la agencia nacional de estadísticas este jueves. Este es el nivel de pobreza más alto registrado desde 2003 y representa un incremento del 11.2% en comparación con la segunda mitad de 2023.
El informe también señala que el número de personas en extrema pobreza creció en 3 millones durante la primera mitad de 2024. La agencia de estadísticas calcula la pobreza comparando los ingresos de los hogares con el costo de una canasta básica de bienes, que ronda los $240 (aproximadamente 215 euros).
A pesar de que ha disminuido ligeramente, la inflación en Argentina sigue siendo una de las más altas del mundo, superando el 230% anual. Este contexto económico ha desencadenado numerosas protestas, ya que muchos argentinos sienten los efectos de lo que llaman un "voto de shock económico".
El gobierno de Milei atribuye la alta tasa de pobreza a las administraciones anteriores, más que a sus políticas actuales. "El gobierno heredó una situación desastrosa. Nos dejaron al borde de ser un país donde casi todos sus habitantes son pobres", afirmó el portavoz presidencial, Manuel Adorni, antes de la publicación del informe.
Adorni también señaló que combatir la inflación es la clave para reducir la pobreza: "Estamos haciendo todo lo posible para cambiar esta situación". Entre las medidas implementadas por la nueva administración se incluyen recortes en programas de asistencia social, la paralización de proyectos de obras públicas, despidos de miles de empleados públicos, recortes de subsidios en energía y transporte, y la congelación del presupuesto para educación.
Estos recortes han sido bien recibidos por los mercados y por el Fondo Monetario Internacional (FMI), al cual Argentina debe 43 mil millones de dólares (38 mil millones de euros). Aunque las medidas han ayudado a corregir las finanzas del Estado tras años de déficit, también han sumido al país en una recesión.
En los últimos meses, miles de personas han salido a las calles en repetidas ocasiones para protestar contra estas políticas de austeridad. Según Santiago Coy, sociólogo e investigador de la Universidad de Buenos Aires, se necesita una solución que equilibre el crecimiento económico con la distribución justa de los recursos. "Solo así podremos revertir esta tendencia creciente de pobreza", comentó Coy.