La ONU declaró que es posible poner fin al SIDA para el 2030. Sin embargo, advirtió que la pandemia más mortífera del mundo solo podría detenerse si los líderes aprovechan la oportunidad.
Adoptar leyes no discriminatorias y empoderar redes comunitarias, entre otras iniciativas, es una respuesta efectiva al VIH, añadió. "El éxito es posible en esta década", afirmó Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA. "El fin del SIDA es una oportunidad" para que los líderes actuales sean recordados como "aquellos que pusieron fin a la pandemia más mortífera del mundo", dijo Byanyima. Señaló que el mayor progreso en el VIH, el virus que causa el SIDA, se está logrando en países y regiones que han invertido fuertemente. Citó el caso de África oriental y meridional, donde las nuevas infecciones por VIH han disminuido un 57% desde 2010.
Botsuana, Esuatini, Ruanda, Tanzania y Zimbabue ya han alcanzado lo que se conocen como los objetivos 95-95-95. Esto significa que el 95% de las personas que viven con VIH conocen su estado; el 95% de quienes saben que tienen VIH reciben tratamiento antirretroviral que salva vidas; y el 95% de las personas en tratamiento logran suprimir el virus.
Al menos otros 16 países, incluyendo Dinamarca, Kuwait y Tailandia, están cerca de alcanzar el objetivo. En 2022, 39 millones de personas vivían con VIH en todo el mundo, de las cuales 29.8 millones estaban recibiendo terapia antirretroviral, según ONUSIDA. El número de personas en tratamiento antirretroviral casi se ha cuadruplicado desde 2010, pasando de 7.7 millones a casi 30 millones. Alrededor de 1.3 millones de personas se infectaron con VIH el año pasado, una disminución del 59% desde el pico en 1995. Mientras tanto, 630,000 personas murieron por enfermedades relacionadas con el SIDA. El número de muertes relacionadas con el SIDA se ha reducido en un 69% desde el 2004, señaló el informe.