La reciente ejecución del recluso condenado a muerte, Kenneth Eugene Smith, en Alabama, ha generado una ola de críticas a nivel internacional. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, expresó su profundo pesar y manifestó que el uso del gas nitrógeno como método de ejecución podría equivaler a tortura o trato cruel, inhumano o degradante.
Smith, condenado por su participación en un asesinato a sueldo en 1988, se convirtió en el primer ejecutado en Estados Unidos mediante el método de asfixia con gas nitrógeno. A pesar de las serias preocupaciones sobre la novedad y falta de pruebas de este método, la ejecución prosiguió, ignorando la apelación de último minuto del reo.
El Alto Comisionado Turk destacó que la pena de muerte es inconsistente con el derecho fundamental a la vida e insto a todos los estados a considerar una moratoria como un paso hacia la abolición universal. La Unión Europea también condenó el nuevo método de ejecución, calificándolo como "un castigo particularmente cruel e inusual" en un comunicado emitido este viernes.
El portavoz de la Unión Europea, Peter Stano, lamentó profundamente la ejecución de Smith, reiterando la firme oposición del bloque a la pena de muerte en todas las circunstancias. Stano subrayó que la pena capital representa una violación del derecho a la vida y una negación de la dignidad humana, respaldando los llamados continuos de la UE para la abolición universal de la pena de muerte.
La información sobre la ejecución, realizada mediante el método de hipoxia de nitrógeno, es escasa debido a partes eliminadas del protocolo publicado por Alabama. Expertos señalan que estas omisiones protegen detalles cruciales del escrutinio público. Aunque el estado asegura que estas ediciones buscan preservar la seguridad, críticos como Smith y su equipo expresan escepticismo sobre la humanidad y la eficacia del proceso.
Robin Maher, directora ejecutiva del Centro de Información sobre la Pena de Muerte, denunció el protocolo como algo "creado de la nada", sin precedentes ni pruebas de su efectividad.
Este nuevo método de ejecución con nitrógeno surge como una alternativa en un momento en que los estados estadounidenses enfrentan dificultades para obtener los medicamentos tradicionales para la inyección letal.
Aunque algunos defensores argumentan que el nitrógeno podría proporcionar una muerte indolora, los críticos insisten en que su aplicación carece de fundamentos sólidos y plantea serias cuestiones éticas.

Foto: Getty images.