Un estudio reciente reveló que, en los 18 meses posteriores a la revocación del fallo Roe vs. Wade por parte de la Corte Suprema de Estados Unidos, lo que permitió que más de una docena de estados implementaran prohibiciones casi totales del aborto, hubo cientos de muertes infantiles adicionales en comparación con lo esperado.
Investigadores de la Universidad Estatal de Ohio, cuyos hallazgos fueron publicados en Jama Pediatrics, compararon datos de mortalidad infantil antes y después de la revocación de Roe. El estudio mostró un aumento del 7% en la mortalidad infantil en los meses de octubre de 2022, marzo y abril de 2023. En promedio, se reportaron 247 muertes infantiles adicionales al mes en ese periodo.
En seis de esos 18 meses, las muertes de bebés con anomalías congénitas subieron un 10%, resultando en unas 210 muertes adicionales al mes. El estudio también encontró que la tasa de mortalidad infantil nunca cayó por debajo de lo esperado en los meses analizados.
Este estudio se suma a investigaciones previas que analizan el impacto de la revocación de Roe en la salud de los bebés. Un estudio de junio de 2023 encontró que, tras la prohibición del aborto en Texas después de las seis semanas de embarazo, las muertes infantiles en su primer año de vida aumentaron un 13%, particularmente entre aquellos con anomalías congénitas, las cuales a menudo pueden detectarse durante el embarazo.
En estados donde el aborto sigue siendo legal, las personas suelen tener la opción de interrumpir embarazos con fetos que presentan estas condiciones, ya que muchas veces son incompatibles con la vida. Sin embargo, en los estados con prohibiciones estrictas, esa opción ha desaparecido, lo que contribuye al aumento en las muertes.
Además, las prohibiciones del aborto han afectado gravemente la salud de las mujeres embarazadas. Numerosas mujeres han informado que, debido a las restricciones, se les negaron abortos médicos necesarios. En Georgia, dos mujeres, Amber Nicole Thurman y Candi Miller, murieron después de no poder acceder a abortos legales debido a la prohibición estatal a partir de las seis semanas, según informó ProPublica.
El estudio es una muestra del impacto que las leyes restrictivas de aborto están teniendo tanto en la salud de los bebés como en las mujeres, dejando en evidencia las consecuencias de no poder acceder a atención médica adecuada.