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Los Millennials fueron conocidos por su afición al ocio nocturno y las bebidas alcohólicas, mientras que la Generación Z está demostrando ser diferente en muchos aspectos, incluido su enfoque más moderado hacia el consumo de alcohol.
A diferencia de sus predecesores, los jóvenes de la Generación Z están priorizando la conciliación entre el trabajo y la vida personal, construyen comunidades en línea y no se dejan influenciar por las presiones sociales tradicionales.
Si bien estas prioridades pueden tener beneficios claros en términos de bienestar y salud mental, también presentan desafíos únicos para las empresas que buscan atraer a esta nueva generación de consumidores.
Según un estudio de Berenberg Research realizado en 2018, la Generación Z consume un 20% menos de alcohol per cápita en comparación con los Millennials en la misma etapa de la vida. Además, el 64% de los jóvenes de la Gen Z espera consumir menos alcohol en su vida adulta que las generaciones anteriores.
Estas tendencias contrastan con las estadísticas de consumo de alcohol de generaciones más maduras. Por ejemplo, la Coalición Nacional de Información sobre Salud Pública informó que el 72% de los baby boomers han tomado una bebida alcohólica en el último mes, en comparación con el 53% de los Millennials.
Para las marcas de bebidas alcohólicas, esto plantea una pregunta crucial: ¿cómo satisfacer las demandas de una generación que opta por beber menos alcohol? El informe "Estado de la industria vitivinícola estadounidense en 2024" del Silicon Valley Bank destaca que los consumidores mayores de 65 años, predominantemente pertenecientes a la generación del baby boom, prefieren el vino sobre otras bebidas alcohólicas.
Sin embargo, las tendencias emergentes hacia las bebidas alternativas sin alcohol y de bajo contenido alcohólico también están ganando impulso.
Según el estudio, la clave está en comprender las motivaciones y preferencias de la Generación Z, que van desde preocupaciones por la salud hasta la curiosidad por explorar nuevas opciones en el mercado.
En última instancia, las marcas de bebidas alcohólicas deben adaptarse a las cambiantes dinámicas del mercado y encontrar formas creativas de atraer a una audiencia que valora la moderación y la diversidad en sus elecciones de consumo.
