El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de 81 años, dio positivo por COVID-19 este miércoles, según informó la Casa Blanca.
Biden presenta síntomas leves y comenzará un tratamiento con Paxlovid, aislándose en su residencia en Rehoboth Beach, Delaware, siguiendo las directrices de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Biden, que se encontraba en Las Vegas para participar en la conferencia anual de UnidosUS, levantó el pulgar y afirmó "Me siento bien" a los periodistas antes de abordar el Air Force One. Está completamente vacunado y ha recibido todas las dosis de refuerzo recomendadas.
El médico del presidente emitió un comunicado, proporcionado por la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, detallando que Biden experimenta síntomas de las vías respiratorias superiores, como rinorrea (secreción nasal), tos no productiva y malestar general.
Aunque se sintió bien para su primer evento del día, los síntomas no mejoraron, lo que llevó a realizarle una prueba de COVID-19 que resultó positiva.
La confirmación de su positivo llegó después de que la presidenta y directora ejecutiva de UnidosUS, Janet Murguía, anunciara la noticia durante la conferencia, mencionando la profunda decepción de Biden por no poder asistir.
"Hablé por teléfono con el presidente Biden y me expresó su gran decepción por no poder estar con nosotros esta tarde. Como todos sabemos, ha participado en numerosos eventos y recientemente dio positivo por COVID-19", dijo Murguía a los asistentes.
Este es el segundo diagnóstico de COVID-19 para Biden, quien ya había dado positivo en julio de 2022, sufriendo un caso de rebote pocos días después. En esa ocasión, sus síntomas fueron leves e incluyeron secreción nasal, fatiga, fiebre y tos, siendo tratado también con Paxlovid. Su última dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19 fue en septiembre de 2023.
La noticia llega en un momento en que los niveles de COVID-19 han aumentado en todo el país. Los datos más recientes de los CDC indican que durante la semana que finalizó el 6 de julio hubo un incremento del 23.5% en las visitas a urgencias por COVID-19 en comparación con la semana anterior.