Foto: Shutterstock
El productor musical y diseñador Williams, nombrado director creativo de moda masculina de la casa de moda francesa en febrero pasado, aparentemente se inspiró en la clásica bolsa de papel para sándwich para uno de sus últimos diseños, transformándola en un accesorio de alta moda.
En lugar de papel, la gran cartera de mano, vista debajo de los brazos de las modelos en la pasarela durante la colección debut de Williams en el Pont Neuf en París el pasado junio, está hecha de cuero de vaca "exactamente del mismo color que las famosas bolsas de compras de la casa", según la marca. Las comparaciones no terminan ahí. Plegado con precisión para parecerse a su contraparte más mundana, el accesorio también presenta la icónica letra de Louis Vuitton, así como un cierre azul, evocando las asas de grosgrain de las bolsas de la casa, para mantener los sándwiches, o más probablemente, algo más precioso, seguro.
La pieza salió a la venta el 4 de enero exclusivamente en la tienda temporal de West Hollywood de la marca, con un precio de $3,130. Pero no es la primera vez que Louis Vuitton se inspira en accesorios cotidianos .
En su colección Primavera-Verano 2007, la casa de moda rindió homenaje a las económicas bolsas de plástico a cuadros amadas en todo el mundo. En 2022, la marca también lanzó una bandolera que se asemeja a un bote de pintura, "decorado con referencias juguetonas a la herencia de Louis Vuitton". El bolso de bote de pintura fue diseñado por el difunto director creativo de Louis Vuitton, Virgil Abloh, quien, en una entrevista de 2021 con la revista de diseño "Icon", citó al artista Marcel Duchamp, conocido por transformar objetos cotidianos en arte, como uno de sus héroes.
Otras casas de moda también han empleado este enfoque: en 2014, el diseñador Ashish Gupta transformó la bolsa de plástico para comestibles en una pieza llamativa con lentejuelas a un precio premium, diciendo que rendía "homenaje a la vida cotidiana".
"Tal vez también sea una revuelta contra la naturaleza desechable de la moda rápida", agregó Gupta en 2017. "Está tomando un objeto clásico pero desechable y convirtiéndolo en algo duradero, que puede ser apreciado fuera de su contexto habitual por su calidad de diseño atemporal". Sin embargo, tales diseños pueden generar controversia y burlas. En 2017, Balenciaga lanzó un bolso de $2,145 que se parecía exactamente a la icónica bolsa azul arrugada "Frakta" de Ikea, de 99 centavos, y rápidamente se volvió viral en las redes sociales.
