La jefa de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), Anne Milgram, se encuentra bajo un proceso de investigación por millonarios contratos irregulares que entregó sin licitar.
Milgram compareció el jueves ante la Cámara de Representantes para explicar a los legisladores el manejo de una serie de contratos.
La agencia AP, detalló que la jefa de la DEA otorgó contratos sin licitar por hasta 4.7 millones de dólares a personas que habían trabajado con ella en el pasado.
Las investigaciones revelan que la funcionaria benefició a personas que trabajaron con ella cuando fue fiscal de Nueva Jersey y profesora de derecho en la Universidad de Nueva York.
Según la AP, algunos de los contratos irregulares estipulaban llevar a cabo trabajos de análisis y comunicación estratégica que posteriormente fueron cuestionados por especialistas.
Los expertos señalaron que con la contratación hecha por la jefa de la DEA se duplicaron funciones con las labores que realizaban los empleados que trabajan para la organización.
Uno de los contratos mencionados fue el de Lena Hacket, exmilitante del Partido Demócrata y que trabajó con Milgram en un proyecto para renovar a la Policía de Indianápolis en la Universidad de Nueva York.
Hacket, devengó un salario mucho más alto que lo que recibe un empleado de la DEA, con un sueldo de 257 dólares la hora.
Una vez que salió a la luz la investigación de las irregularidades, los republicanos han cuestionado la capacidad de la DEA de proteger a EEUU del tráfico de drogas, poniendo en entredicho el trabajo de la jefa de la DEA.
“El reporte perturbador de la AP deja pensando a los estadounidenses si realmente pueden confiar en que la agencia está haciendo su mejor trabajo para proteger a sus familias de drogas tan letales como el fentanilo”, dijo el legislador republicano, Andrew Clyde.