Líderes políticos de los países europeos y árabes han expresado su rechazo al plan de controlar y expulsar a los palestinos de la Franja de Gaza, expresado abiertamente por el presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump.
No solo la comunidad internacional ha expresado su indignación ante las declaraciones de Trump, algunos republicanos y demócratas de los EEUU expresaron su escepticismo sobre el proyecto estadounidense para la región en conflicto.
Además, uno de los principales involucrados en la guerra en la región, el grupo palestino Hamas fue contundente al señalar de profunda ignorancia la intención de Trump de apropiarse de la Franja de Gaza, y peor aún de expulsar a los palestinos de su tierra.
"Gaza no es una tierra común que ninguna de las partes decida controlar, sino que es parte de nuestra tierra palestina ocupada, y cualquier solución debe basarse en poner fin a la ocupación y lograr los derechos del pueblo palestino, y no, en una mentalidad de un comerciante de bienes raíces, y la mentalidad de poder y dominación", dijo el portavoz de Hamas, Izzat Al-Rishq.
A la indignación por el plan de expulsar a los palestinos de su tierra, se sumó el gobierno de Egipto; país que abogó por que los palestinos continúen en su tierra.
“En cuanto a la situación humanitaria en Gaza, la reunión destacó la importancia de avanzar con proyectos y programas de recuperación temprana, retirando escombros y entregando ayuda humanitaria a un ritmo acelerado, sin que los palestinos abandonen el enclave de Gaza, especialmente dado su apego a su tierra y su negativa a abandonarla”.
Por su parte, Arabia Saudita reiteró su apoyo a Palestinas. “Arabia Saudita continuará sus incansables esfuerzos para establecer un Estado palestino independiente con Jerusalén Oriental como su capital y no establecerá relaciones diplomáticas con Israel sin eso”.
Los líderes europeos, entre ellos el presidente de Francia, Emmanuel Macron, se pronunciaron en contra de la idea de expulsar a los palestinos de sus tierras, calificándolo de grave violación a los derechos humanos.
Alemania, España y Reino Unido se unieron al clamor del pueblo palestino, instando a reconocer a Palestina como un estado independiente.