En un gesto de notable integridad, un indigente que suele pernoctar en la estación central de Ámsterdam devolvió una billetera olvidada en un tren, la cual contenía aproximadamente 2.000 euros (alrededor de 2.140 dólares).
La policía local, sorprendida por el acto, recompensó al hombre por su civismo, destacando su honestidad en una situación que podría haber tentado a muchos a actuar de manera diferente.
Hadjer Al Ali, de 33 años, quien ha estado sin hogar durante los últimos 18 meses, encontró la billetera durante su rutina diaria de recolección de botellas de plástico, que luego canjea por dinero. La policía informó que, desafortunadamente, la billetera no contenía ningún documento de identidad ni información que permitiera contactar al propietario. A pesar de esto, Al Ali decidió entregar el hallazgo a las autoridades, demostrando un profundo sentido de ética.
Reconociendo su integridad, las autoridades le otorgaron a Al Ali un premio simbólico denominado “pulgar de plata”, además de un vale de regalo por un valor de 50 euros (aproximadamente 53,4 dólares). La policía también indicó que si nadie reclama el dinero en el plazo de un año, la suma será entregada a Al Ali como recompensa por su acción.
Al Ali, en un video difundido por el medio local De Stentor, comentó sobre su motivación para devolver la billetera: “Independientemente de lo que encuentre, siempre lo devuelvo”. Este principio de honestidad, según él, es una constante en su vida, a pesar de las dificultades que enfrenta al vivir sin un techo sobre su cabeza.
El gesto de Hadjer Al Ali no solo destaca su integridad personal, sino que también sirve como un recordatorio de que la honestidad y el civismo pueden encontrarse en los lugares más inesperados y en personas que, a pesar de sus circunstancias adversas, optan por actuar con rectitud.
La historia de Al Ali es un testimonio de que los actos de bondad y honestidad pueden tener un impacto significativo, tanto en la vida de quienes los realizan como en la sociedad en general. Su acción ha recibido aplausos de la comunidad y ha puesto de relieve la importancia de recompensar y reconocer la integridad en todas sus formas.
En un mundo donde la deshonestidad a menudo parece prevalecer, la historia de Hadjer Al Ali en Ámsterdam se erige como un faro de esperanza y moralidad. Su acto de devolver una billetera llena de dinero, sin esperar nada a cambio, es un recordatorio de que la integridad no tiene precio y debe ser celebrada y fomentada. Las autoridades locales, al recompensar su gesto, han subrayado la importancia de mantener y valorar estos principios fundamentales en nuestra sociedad.