Muchas mujeres encuentran los anticonceptivos un tanto molestos debido a la constancia requerida para su ingesta o aplicación, pero existen otras tecnologías de larga duración y reversibles, como el implante subdérmico.
Este dispositivo, colocado en el brazo, regula las hormonas sin afectar la fertilidad. Se está implementando en algunas clínicas para mujeres a partir de los 18 años, incluyendo madres adolescentes. El doctor José Leonardo González, lo describe como similar a un cerillo de fósforo, ubicado bajo la piel en la unión del bíceps y tríceps.
Su aplicación es rápida y está aprobada para hasta tres años. Su mayor ventaja radica en su removibilidad, permitiendo a la mujer quedar embarazada si así lo desea, y tiene una efectividad superior al 99%. A pesar de prevenir embarazos no deseados, no protege contra infecciones de transmisión sexual, por lo que se recomienda considerar otros métodos de protección.
Para aquellas interesadas en el implante subdérmico, pueden solicitar una cita en planificación familiar para evaluar los métodos disponibles y programar el procedimiento ambulatorio.

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