Steve Ballmer, ex CEO de Microsoft y actualmente la sexta persona más rica del mundo, ganará la asombrosa suma de mil millones de dólares al año, sin tener que mover un dedo.
La gigante tecnológica Microsoft ha decidido aumentar sus pagos de dividendos trimestrales a 75 centavos por acción, o $3 por acción al año. Esta decisión resultará en un estimado de $1,000 millones en dividendos para Ballmer en el año 2024, según fuentes cercanas.
En 2014, el empresario y filántropo poseía 333.2 millones de acciones de Microsoft, equivalente a una participación del 4%. Aunque no ha actualizado públicamente su cartera desde entonces, este cálculo se basa en su última declaración de propiedad. Estos dividendos serán generados simplemente por poseer las acciones, independientemente del rendimiento de la compañía.
No obsante, este cálculo se basa en la premisa de que la junta directiva de Microsoft no optará por recortar los dividendos, algo que, hasta ahora, parece improbable. Desde que la empresa comenzó a distribuir dividendos a los accionistas en 2003, la cifra ha ido en constante aumento.
Según las cifras de ingresos reportadas al Servicio de Impuestos Internos en 2018, Ballmer declaró $656 millones. Esto implica que estará sujeto al impuesto del 20% sobre los dividendos para aquellos con ingresos imponibles de $500,000 o más. Esto se traduce en un pago cercano a los $200 millones en impuestos sobre los dividendos de Microsoft.
Otros magnates como Warren Buffet, a través de su empresa Berkshire Hathaway, también se benefician enormemente de acciones que pagan dividendos. Se estima que Berkshire Hathaway recaudará $6,000 millones en dividendos durante el próximo año, gracias a inversiones en compañías como Chevron, Bank of America, Apple, Coca-Cola, Kraft Heinz y American Express, todas las cuales figuran en su portafolio, demostrando que, en el mundo de las finanzas, la riqueza puede generar más riqueza con una aparente simplicidad.