Honda y Nissan, dos líderes de la industria automotriz japonesa, han anunciado planes para fusionarse con el objetivo de convertirse en el tercer mayor fabricante de automóviles del mundo por ventas. Este movimiento se produce en un contexto de transformaciones significativas en la industria, impulsadas por la transición hacia vehículos eléctricos y tecnologías de conducción autónoma. Mitsubishi Motors, un socio menor de la alianza Nissan, también formará parte de las negociaciones para integrar sus operaciones, según un memorando de entendimiento firmado recientemente.
El presidente de Honda, Toshihiro Mibe, destacó que esta fusión es un paso esencial para liderar la transformación de la movilidad, y va más allá de simples colaboraciones en áreas específicas. Por su parte, Makoto Uchida, CEO de Nissan, afirmó que esta integración tiene el potencial de ofrecer un valor considerable a una base de clientes más amplia.
El plan contempla la creación de una empresa matriz conjunta liderada por Honda, que conservará los principios y marcas de cada compañía. Se espera que el acuerdo final se concrete en junio de 2026, con la nueva entidad cotizando en la Bolsa de Tokio en agosto del mismo año. La colaboración se centrará en compartir componentes esenciales para vehículos eléctricos, como baterías, y en la investigación conjunta de software para la conducción autónoma. Mientras Nissan aportará su experiencia en baterías y sistemas híbridos, Honda contribuirá con capacidades en vehículos todoterreno y tecnología de remolque.
Ambas compañías enfrentan desafíos significativos. Nissan ha lidiado con las secuelas del escándalo de 2018 relacionado con su expresidente Carlos Ghosn, lo que ha llevado a reestructuraciones internas y a recortes en su fuerza laboral. Por su parte, Honda ha experimentado una disminución en sus ganancias debido a la caída de ventas en mercados clave como China. A pesar de estos retos, la fusión les permitirá ganar escala y competir de manera más efectiva contra gigantes como Toyota y Volkswagen.
Sin embargo, no todo está asegurado. Mibe admitió que aún existen puntos críticos por resolver y que la posibilidad de que la fusión no se lleve a cabo no es nula. Aun así, esta integración podría representar un valor de mercado superior a los 50,000 millones de dólares y una producción combinada de 8 millones de vehículos anuales, lo que consolidaría su posición en un mercado automotriz cada vez más competitivo.
El panorama automotriz japonés se encuentra bajo presión, con nuevos actores como Tesla y BYD ganando participación en el mercado global. Según Yoshimasa Hayashi, secretario del gabinete japonés, la industria debe adaptarse rápidamente a estos cambios para mantenerse competitiva. La fusión entre Honda, Nissan y Mitsubishi podría ser el paso necesario para enfrentar los retos de un futuro dominado por la electrificación y la automatización.