Un hombre fue multado por fingir ser un fantasma y comportarse de manera escandalosa en un cementerio. Anthony Stallard, de 24 años, se declaró culpable ante el tribunal de magistrados de Portsmouth por usar palabras o comportamientos amenazantes o abusivos que podían causar angustia.
El tribunal escuchó que Stallard había estado bebiendo con amigos antes de ir al cementerio de Kingston, en Portsmouth, donde comenzaron a jugar fútbol. Según un portavoz de la policía de Hampshire, testigos se quejaron del comportamiento ruidoso del grupo, y en particular de que Stallard fingiera ser un fantasma, levantando los brazos y gritando "woooooo".
Stallard, residente de Southsea, Hampshire, fue multado con $40 y se le ordenó pagar un recargo de $25 para la víctima, además de $25 en costos judiciales. Asimismo, se le añadieron tres meses adicionales a una sanción condicional por acoso previo, que había incumplido.
Un cargo de causar daños a las lápidas fue desestimado.