(Fotografía deGary M. Williams/AP)
Un joven de origen hispano murió luego que elementos policiales en Tucson, Arizona, lo mantuvieron 12 minutos boca a bajo, haciendo caso omiso a los gritos desesperados de ayuda.
La víctima fue identificada como Carlos Ingram de 27 años de edad, quien fue detenido luego que su abuela llamó a la policía porque supuestamente estaba ebrio y corría desnudo por la casa.
Los tres uniformados que acudieron al llamado, esposaron y mantuvieron al joven boca abajo por 12 minutos, mientras él pedía agua.
“Dame agua”, era el grito desesperado del hispano hasta que dejó de respirar luego que los uniformados lo taparon con mantas de plástico.
Familiares de Ingram denunciaron el suceso e hicieron público el video de su captura para demostrar que los uniformados cometieron abuso de autoridad.
El lamentable suceso se registró el pasado 21 de abril, pero ha tomado trascendencia en los últimos días por las acciones de protesta contra el abuso policial.
El hecho violento provocó que el jefe de policía de Tucson, Chis Magnus, interpusiera la renuncia en plena conferencia de prensa.
Magnus, aceptó que los tres uniformados violaron la política del departamento al tapar al joven hispano, mientras él pedía ayuda.
El reporte forense, detalla que el joven hispano falleció de un paro cardíaco repentino y que la víctima sufrió una intoxicación de cocaína.
Las filmaciones que circulan en las redes sociales se ve al joven corriendo por la casa pidiendo agua y luego se ve a los policías someterlo.
Uno de los oficiales al escuchar los múltiples llamados del hispano solicitando agua puso dos mantas de plástico sobre el detenido.
El hispano de 27 años poco a poco dejó de respirar y fue callando sus gritos, luego fue declarado muerto.
