El grupo Hezbollah prometió vengarse de Israel tras las explosiones en masa de los buscadores, más conocidos como "beepers", que dejó nueve muertos y más de dos mil heridos.
El anuncio de venganza se dio unas horas antes que Israel perpetrara otro atentado; el cual se ejecutó en menos de 24 horas y dejó tres víctimas mortales más.
Las cifras de personas que han perdido la vida en la explosión de los beepers y walkie-talkies subió este miércoles a 12, incluida una menor de 10 años de edad; hija de uno de los altos líderes de Hezbollah.
De acuerdo con expertos, el hackeo de la tecnología representa un peligro para la seguridad en el Líbano y otras regiones del mundo.
Hasta el momento, el gobierno de Benjamín Netanyahu no ha dado comentarios sobre el operativo al sistema de comunicaciones del grupo militar respaldado por Irán.
La empresa que fabricó los beepers asegura que una tercera empresa, ubicada en Europa, es la responsable de la manipulación del sistema.
Investigaciones han destacado que Israel colocó junto a las baterías de los beepers interruptores de detonación; algo que solo puedo lograr con la complicidad de los fabricantes.
“Consideramos al enemigo israelí plenamente responsable de esta agresión criminal... Sin duda recibirá su justo castigo por esta agresión pecaminosa”, dijo uno de los líderes de Hezbollah.